Nuevamente no es novedad. El gobierno intenta dividir las aguas entre el negro y el blanco, quedándose con los grises, que son más oscuros de lo que imaginamos. Así como en el conflicto agrario intentó la dicotomía “Gobierno Vs. Oligarquía”, ninguneando a los pequeños productores –que hasta la Hebe de Bonaffini ya reconoció-, ahora salen a decir “estatizadores Vs. privatizadores”. Otra vez intentan un discurso progre que choca con la realidad. Lo cierto es que la Nación se está por hacer cargo de una multimillonaria deuda del grupo español Marsans, sin siquiera saber un número específico de cuánto es la deuda. Nos hacemos cargo y ya. Y no se discute más. ¿Cuál es la razón por la cual el gobierno no verifica peso por peso de la deuda, para saber cuál es la real, cuál es la inflada, y dónde están los negociados que llevaron a AA a la situación actual? ¿Será porque Marsans fue uno de los principales aportistas para la campaña de Cristina? ¿Será porque si hacen una denuncia penal por el horroroso fraude que Marsans cometió, caerían algunos funcionarios del gobierno, como el secretario de Transoporte, Jaime? La situación de él es muy complicada, porque él fue quien aprobó los balances de AA. Y así está. Y también, ¿por qué en el nombre de la redistribución de las riquezas no dicen porqué quitaron fondos para construir viviendas y las piensan destinar al pago de una deuda ilegítima y fraudulenta como la de AA? Preguntas sin respuestas. ¡Estatización sin pagarles un peso!