Con un tono más “calmo” aparecen los informantes del gobierno. Esa es la nueva cara o careta. Y entre ellos, D`Elía, que defendió al Indec diciendo que por cada punto de inflación, los bonistas cobran millones de pesos al país. Y por eso, según sostiene, esta jugada contra el INDEC no es más que el de intereses extranjeros que quieren cobrar más “a costa del pueblo argentino”. ¡Bellísimas palabras! Con una retórica propia de Cortázar o Neruda, y con una argumentación basada en Gramsci o el Che. Aunque no dicen por qué los bonos son colocados, entre ellos en Venezuela, al 15% de interés. Quienes se olvidan que hay una deuda interna antes que una deuda externa –como el kirchnerismo-, no logran entender que la transparencia del INDEC es necesaria para saber a cuánto está la canasta básica de alimentos, y por ello, cuál es la línea de pobreza y cuál la de la indigencia y en razón de eso, actuar. Porque mintiendo números se niega la realidad, y el país de Cristina -haciéndose la Alicia- es una maravilla, porque actúa en consecuencia de unos números que ningunean la verdad y la caricaturizan dibujando cifras que limitan entre la comedia y la tragedia. Además de que parte de la deuda externa (o eterna) fue declarada ilegítima y fraudulenta por el juez Ballesteros en la causa Alejandro Olmos, por lo cual no habría que pagarla. Los Kirchner, por su parte, pagaron millones de dólares al usurero FMI. Sin embargo, la deuda externa es mayor que en 2001.
sábado, 6 de septiembre de 2008
Razonando el INDEC.
Publicadas por Nicolás Galíndez
Etiquetas: Argentina, Derechos Humanos, Economía, Kirchner, Opinión