Leo el diario “La estrella del oriente” del 12 de septiembre, de Santa Cruz de las Sierras, y me entero de la realidad manipulada, negada, cajoneada y odiada: “Evo suma más muertes”, es el título. Y continúo leyendo un monólogo que tiene entre ceja y ceja la realidad real, contándola a la mitad y dada vuelta: “un grupo de campesinos oficialistas atacó a quienes protestaban pacíficamente”, señala el diario, y concluye con que el saldo de esta ira campesina oficialista es de 12 muertos (hasta entonces). Pero me paso a leer otros diarios y leo la otra mitad de la noticia: “El Diario”, de La Paz, dice que “campesinos fueron atacados por grupos paramilitares en Pando”, y el saldo fue de 12 muertos. De ellos, 10 son campesinos que defienden a Evo Morales y esto lo ratifica el diario La Jornada.
Hoy la tapa del diario El Mundo, de Santa Cruz, titula: “Se cayó la Democracia”, y tiene de fondo una imagen de Evo Morales dada vuelta. Qué rápido que cae la democracia en un país que hace diez días ratificó a Evo Morales con el 67% de los votos. Donde peor le fue al presidente de Bolivia, fue en Santa Cruz, donde sacó el 40% de los votos. Dicen en la Media Luna, además, que el gobierno trata de imponer una Constitución al pueblo boliviano. ¡Qué paradoja que esa imposición sea mediante un plebiscito en diciembre!
Veo la televisión boliviana, en especial la de Santa Cruz, y escucho los gritos que meses atrás fueron negados: ¡Independencia, Independencia! ¿No era que sólo querían autonomías? La nueva constitución les reconoce las autonomías, pero también otorga autonomías regionales e indígenas, algo inaceptable para los autonomistas.
¿Será la salida la independencia de la Media Luna? ¿Cuánto durará tal emancipación ya que es sabido que los países de la región no la reconocerán? Brasil, Argentina, Chile, Ecuador, Paraguay y Venezuela ya han negado esta posibilidad de aceptar una división unilateral –a lo Kosovo- de la Nación Camba. A esta posición seguramente se le sumará Uruguay. ¿Será entonces que un golpe de estado sea la salida, de tal forma que muden la capital inmediatamente de caído Evo hacia Santa Cruz? Estamos ante la misma encrucijada, porque ese gobierno de facto tampoco sería aceptado por los países de la región. Y esto lo saben –o lo deberían saber- los “autonomistas”. Están jugando con fuego y están subestimando al pueblo de Bolivia. La reacción de Evo Morales es bastante moderada todavía, pero ya advirtió que la paciencia tiene sus límites. Los Ponchos Rojos, afines a Evo, avisaron que si la situación sigue así, ellos mismos intervendrán en Pando y en donde sea necesario y tomarán las instalaciones de las empresas de los grandes comerciantes cruceños que haya en el país.
Sigo viendo la televisión cruceña por Internet, y no escucho otra cosa que racismo. “Collas de mierda”; “Indios de mierda”; “Muerte al indio”; “Negros feos”; “Hay que matarlos a todos”; “No le tememos a un indio ignorante”; “Aquí no entran los indios”; y un largo etcétera de un lenguaje conciliador y tolerante. Algunos discípulos de la “democracia”, como son los miembros de la neo-nazi Unión Juvenil Cruceñista, persiguen y muelen a palos a quien haya tenido la desgracia de nacer con el estigma de su color: “no tengo la culpa de que sean negros y feos y yo ser blanco y medianamente lindo”, dice con un toque de humildad alguien que no puede ocultar que tiene en sus genes rasgos indígenas, pero la gracia del Señor, o de Buda, o de Alá, o Krshna, lo bendijo con la piel un poquito más blanca, y eso lo enorgullece y lo diferencia de los “negros indígenas”, que son la inmensa mayoría en el país. Para los unionistas, los “negros” y los “indios” son masistas (del MAS) por naturaleza, y no por opción. No les importa lo que piensan, sólo ven lo que son, y por eso les pegan en patota hasta la pérdida del conocimiento o hasta la muerta misma. Una cacería de brujas están padeciendo los indígenas en la Media Luna.
Hoy la tapa del diario El Mundo, de Santa Cruz, titula: “Se cayó la Democracia”, y tiene de fondo una imagen de Evo Morales dada vuelta. Qué rápido que cae la democracia en un país que hace diez días ratificó a Evo Morales con el 67% de los votos. Donde peor le fue al presidente de Bolivia, fue en Santa Cruz, donde sacó el 40% de los votos. Dicen en la Media Luna, además, que el gobierno trata de imponer una Constitución al pueblo boliviano. ¡Qué paradoja que esa imposición sea mediante un plebiscito en diciembre!
Veo la televisión boliviana, en especial la de Santa Cruz, y escucho los gritos que meses atrás fueron negados: ¡Independencia, Independencia! ¿No era que sólo querían autonomías? La nueva constitución les reconoce las autonomías, pero también otorga autonomías regionales e indígenas, algo inaceptable para los autonomistas.
¿Será la salida la independencia de la Media Luna? ¿Cuánto durará tal emancipación ya que es sabido que los países de la región no la reconocerán? Brasil, Argentina, Chile, Ecuador, Paraguay y Venezuela ya han negado esta posibilidad de aceptar una división unilateral –a lo Kosovo- de la Nación Camba. A esta posición seguramente se le sumará Uruguay. ¿Será entonces que un golpe de estado sea la salida, de tal forma que muden la capital inmediatamente de caído Evo hacia Santa Cruz? Estamos ante la misma encrucijada, porque ese gobierno de facto tampoco sería aceptado por los países de la región. Y esto lo saben –o lo deberían saber- los “autonomistas”. Están jugando con fuego y están subestimando al pueblo de Bolivia. La reacción de Evo Morales es bastante moderada todavía, pero ya advirtió que la paciencia tiene sus límites. Los Ponchos Rojos, afines a Evo, avisaron que si la situación sigue así, ellos mismos intervendrán en Pando y en donde sea necesario y tomarán las instalaciones de las empresas de los grandes comerciantes cruceños que haya en el país.
Sigo viendo la televisión cruceña por Internet, y no escucho otra cosa que racismo. “Collas de mierda”; “Indios de mierda”; “Muerte al indio”; “Negros feos”; “Hay que matarlos a todos”; “No le tememos a un indio ignorante”; “Aquí no entran los indios”; y un largo etcétera de un lenguaje conciliador y tolerante. Algunos discípulos de la “democracia”, como son los miembros de la neo-nazi Unión Juvenil Cruceñista, persiguen y muelen a palos a quien haya tenido la desgracia de nacer con el estigma de su color: “no tengo la culpa de que sean negros y feos y yo ser blanco y medianamente lindo”, dice con un toque de humildad alguien que no puede ocultar que tiene en sus genes rasgos indígenas, pero la gracia del Señor, o de Buda, o de Alá, o Krshna, lo bendijo con la piel un poquito más blanca, y eso lo enorgullece y lo diferencia de los “negros indígenas”, que son la inmensa mayoría en el país. Para los unionistas, los “negros” y los “indios” son masistas (del MAS) por naturaleza, y no por opción. No les importa lo que piensan, sólo ven lo que son, y por eso les pegan en patota hasta la pérdida del conocimiento o hasta la muerta misma. Una cacería de brujas están padeciendo los indígenas en la Media Luna.
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Bolivia duele y sangra. Las puertas de la guerra civil están a un paso. Las palabras de Rubén Costas, prefecto de Santa Cruz, están llenas de ira. No es el IDH lo que realmente quieren. No es la Constitución su malestar definitivo. Es Evo. Su problema es Evo.
Bolivia duele y sangra. Las puertas de la guerra civil están a un paso. Las palabras de Rubén Costas, prefecto de Santa Cruz, están llenas de ira. No es el IDH lo que realmente quieren. No es la Constitución su malestar definitivo. Es Evo. Su problema es Evo.