La represión intentó acallar las voces de los estudiantes, que se levantaron contra un sistema que desprecia que la imaginación llegue al poder. Nueve millones de obreros se unieron a esos reclamos, añadiendo los suyos también. “Gouvernement populaire” pedían. “En 1968 —dijo Daniel Cohn-Bendit— el planeta se inflamó. Parecía que surgía una consigna universal. Tanto en París como en Berlín, en Roma o en Turín, la calle y los adoquines se convirtieron en símbolos de una generación rebelde”. Los murales empezaron a hablar: una mano anónima escribió: “Queda estrictamente prohibido prohibir”. Y otras letras de aerosol se adaptaron a la verdad: “Seamos realistas, pidamos lo imposible”. Y así el mundo quiso ponerse al revés.
En México eran encerrados por las fuerzas policiales en la plaza de Tlatelolco miles de estudiantes que protestaban contra el presidente Díaz Ordaz, que no tardó en abrazarlos con balazos. 300 muertos costó esa masacre estudiantil.
En Estados Unidos, Martin Luther King luchaba por los derechos civiles de los negros, mientras que miles y miles de manifestantes se concentraban en repudio de la Guerra de Vietnam.
Manifestaciones en Alemania, huelgas en Roma, primaveras en Praga, protestas en la España Franquista. El mundo quería caminar.
Y Argentina se vistió de Mayo. De Cordobazo en Rosariazo andaban los estudiantes y obreros tomando las ciudades en nombre del pueblo para combatir una dictadura que fusilaba al pueblo en nombre de la moral occidental y cristiana.
En México eran encerrados por las fuerzas policiales en la plaza de Tlatelolco miles de estudiantes que protestaban contra el presidente Díaz Ordaz, que no tardó en abrazarlos con balazos. 300 muertos costó esa masacre estudiantil.
En Estados Unidos, Martin Luther King luchaba por los derechos civiles de los negros, mientras que miles y miles de manifestantes se concentraban en repudio de la Guerra de Vietnam.
Manifestaciones en Alemania, huelgas en Roma, primaveras en Praga, protestas en la España Franquista. El mundo quería caminar.
Y Argentina se vistió de Mayo. De Cordobazo en Rosariazo andaban los estudiantes y obreros tomando las ciudades en nombre del pueblo para combatir una dictadura que fusilaba al pueblo en nombre de la moral occidental y cristiana.
Cuarenta años se cumplen del emblemático Mayo Francés, que empezó aquel abril del 68 entronando a las ideas, que con razón criticaban a un mundo miope de realidad, y que por ser tan protestonas las fuerzas del poder mataron a sus ideólogos; pero ellas quedaron ahí, inmortales en la Historia.