De oposición a lamebota: Carrió beatificó a la injerencia yanqui por su rol en el el caso Antonini Wilson. Parece ignorancia, o mera táctica política rancia, que se ampare, como muchos, en lo que dice el FBI, cuya credibilidad en el mundo es tan baja como los índices del INDEC. De delincuente a víctima: ¡Indigna labor de inteligencia que protege, con una jugarreta tan poco convincente, a un hombre que bien parece haberse nutrido de algún amparo por servicios prestados! (tengo el recuerdo de Posada Carriles, a quien alojan con iguales tácticas de protección) ¿Por qué no lo extraditan? ¿Qué quieren ocultar? Nosotros debemos juzgarlo. Desde los pagos de Jeb Bush, fiscales al servicio de Bush, una Miami reaccionaria, una Justicia que llevó al poder "al hijo de...", un servicio de inteligencia controlado por papá Bush que se armó en la noble tarea de defender a una persona acusada por un país sudaca: si esto no es un montaje para desestabilizar la región, entonces este mal servidor de dios que les está escribiendo se hace creyente. En la contradicción "imperialismo estadounidense versus nación": digna réplica de Cristina. Lógica respuesta. Primero antiimperialistas; luego existimos.