Suavecito para abajo, para abajo, para abajo...

¿Qué dirá Fukuyama? ¿Cuál será el Fin de la Historia? Cayó el muro y el capitalismo se encargó de levantar los suyos. Se derrumba en este ciclo un modelo mundial. El seno mismo del capitalismo financiero tambalea con su propia medicina; la misma que durante años nos recetó a los países que nacimos en el tercero de los mundos. Se escuchan voces desde Francia sobre cómo reformular el Capitalismo. Keynes se levanta de la tumba y da algunas indicaciones. Algunos creen que lo entienden. ¿Podrá Keynes? ¿El pueblo estadounidense se encargará de barrer los platos rotos que la especulación financiera privada produjo en Wall Street? ¿Cuántos bancos más se desbancan y caen? ¿Efecto Jazz, Cristina? Los negros pobres y marginados que lo crearon seguramente estarán orgullosos de darle el nombre a una explosión económica que le es ajena.

Un juez y un presidente entendidos en entendimiento humano.

Terminaba el partido de Gimnasia de Jujuy con Argentinos Juniors. –Bolivianos-, le grita el árbitro, Saúl Laverni, a los jugadores del club jujeño que le protestaban. El juez, muchas veces, para no parar en Jujuy por “incomodidad”, se aloja a 100 kilómetros, en Salta, “que tiene vida nocturna”. Un año antes, Laverni, frente a Independiente, le dijo a un jugador jujeño que rezongaba: -cállese, juegue, son bolivianos-. De los dichos del juez se entera el presidente del club, Raúl Ulloa (hermano de Néstor Ulloa, el ex presidente del Fideicomiso Banco Nación, enrolado en el escándalo del caso Skanska). Ulloa lo increpa al árbitro en pleno campo de juego: –no voy a permitir que aquí me llamen boliviano-. Uno se creyó muy vivo intentando humillar, el otro, el defensor de causas perdidas, reconoció la “bajeza” a la que lo asemejaban y así respondió. Ambos estaban convencidos que ser boliviano es un insulto. Como en España, si nos llaman “sudacas”… con todo orgullo.

lunes, 19 de noviembre de 2007

El puente que en Jujuy callan.

Las aguas pasan turbias bajo las sombras del nuevo puente que construyen sobre el Río Grande, en la capital jujeña. De lado a lado, entre rocas y un río de humores cíclicos, desafiando al viento y a las crecidas, a los caprichos de la geografía, y al estorbo de la economía, el puente se levanta, con el oro que no tiene y con los pesos que le cuelgan de sobra. Es el logro de un gobierno que se presenta triunfante por haber unido dos márgenes de una ciudad que se empieza a extender por las orillas de unas aguas lodosas, que kilómetros arriba erosionaban la hoy comercial Quebrada de Humahuaca.

En este paisaje de montañas y cemento no todo lo que opaca es barro. La U.T.E. (Unión Transitoria de Empresas) encargada de la obra, está formada por Jumi S.R.L. Su dueño es Raúl Ulloa, el eterno presidente del club Gimnasia y Esgrima de Jujuy (cuyo principal sponsor es la provincia de Jujuy, a través de Fellner). El padre de Raúl, Néstor Jesús, fue gobernador durante la última etapa de la dictadura militar. El otro hijo de Néstor, y hermano de Raúl, también se llama Néstor. Néstor no es Kirchner, pero parece serlo: Néstor Ulloa es el (hoy ex) funcionario del pingüino, a cargo de los Fideicomisos del Banco Nación. Llegó ahí por el acuerdo que hizo Fellner con Kirchner para apoyar su candidatura a presidente en el año 2003. Ulloa fue recomendado por Fellner a través del tabacalero jujeño Quevedo Carrillo, que es vicepresidente del Banco Nación. Quevedo Carrillo es, no es casualidad, cuñado de Guillermo Jenefes, socio político de Fellner. Jenefes es, tampoco es casualidad, primo de Ulloa. A través de Nación Fideicomisos, el gobierno federal financia obras públicas. Entre ellas están los gasoductos del Norte y del Sur, donde lucen los sobreprecios, las coimas, las leyes rotas –¡y las cumplidas!- y los bolsillos gordos (hablo del caso Skanska, que es una empresa subcontratista encargada de las obras). Uno de los ex gerentes de Skanska informó que hubo una contratación con una empresa fantasma, Infiniti Group, con la finalidad de blanquear dinero usado en forma ilegítima a través de prestaciones y facturaciones falsas (entre las que está el pago de sobornos a funcionarios). El vínculo con Infiniti Group –que podría estar ligada a Fellner- aparentemente lo recomendó Ulloa. Dicho y hecho esto, ante la sobriedad de las apariencias, a Kirchner no le quedó otra que echar a su tocayo.

Tal vez como un golpe de suerte del destino y gracias a la Gracia de Dios, Buda, Alá, Krshna, Nostradamus o, en su defecto, el Mago de Oz, Raúl Ulloa, en el mismo año 2003, creaba la constructora JUMI, una SRL que, como su nombre lo indica, limita la responsabilidad de sus integrantes en proporción a los vínculos que la empresa tenga con el poder político. Años antes, los Ulloa tenían otra constructora familiar, que para mantener el anonimato la llamaron Ulloa S.A., actualmente hundida en pedidos de quiebra por deudas que llegan a los 6 millones de dólares. En el año 2005, Jumi, a través de una UTE, gana la licitación del puente sobre el río Grande. La obra está financiada por un fideicomiso de la nación. Veintidós millones de pesos costaba (y así lo anuncia el cartel sobre el puente Senador Pérez, que parece haber sido escrito por el INDEC). Hoy se investiga por qué el puente requirió 20 millones de pesos de más.

Así funcionan los puentes. Todo queda en Familia (y entre amigos).
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Nota: en algunos casos, el uso del verbo en tiempo potencial es por meras cuestiones legales (para acatar la jurisprudencia del caso Caruso).