La tía todavía no sabe de él. Innumerables fallas en la investigación pregonan a los cuatro vientos las irregularidades en la causa de la desaparición de uno de los principales testigos contra el genocida Etchecolatz. Se han realizado allanamientos a policías y militares sin notificar a los querellantes. Encima, participan en ellos las mismas fuerzas de seguridad acusadas de encubrimiento. El Gobierno de Buenos Aires limita su obrar al sólo hecho de aumentar la recompensa por datos fehacientes de J.J. López. El diario Clarín (18/09/07) afirma que: "Hace nueve meses, el juzgado recibió un informe con las fotos de actos donde aparecía López y muy cerca Raúl Chicano, el ex secretario privado de Etchecolatz. El aporte respondía al "evidente" seguimiento previo al secuestro. Recién ahora el juez Arnaldo Corazza realizaría la convocatoria a Chicano para una declaración".Ya es escandaloso que en el "gobierno de los Derechos Humanos" de Kirchner, que aprueba leyes antiterroristas del típico tinte videlista, no haya datos verídicos sobre quiénes secuestraron al albañil (¿o será que sí lo saben, pero por tal o cual razón no los sacan a la luz?) y cuál es su paradero (¿o será...?) .
miércoles, 19 de septiembre de 2007
A un año de la segunda desaparición de López.
Publicadas por Nicolás Galíndez
Etiquetas: Argentina, Derechos Humanos, J.J. López, Nacional